Una finca amigable al medio natural, diseñada bajo el concepto ecológico y permacultural. Un lugar de retiro.

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La rica variedad de plantas, flores y árboles frutales, han atraído un sin número de aves de fantásticas formas y colores como tucanes, el bello momoto coroniazul conocido entre los campesinos como el culebrero, colibríes, carpinteros, caciques, horneros, garcetas, cormoranes y muchos más.

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En la finca cultivamos café, cacao (criollo, fino de aroma), papaya, banano y cítricos juntos en armonía a la manera antigua. Hemos sembrado árboles que en Manabí están en peligro de extinción como el moral fino, guayacán, bálsamo, caimito morado, pera de agua y otros.

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La finca tiene un lindero natural, un susurrante estero con pozas de agua limpia para refrescarse en horas de intenso calor, o después de una caminata. Según la época del año varía el caudal del agua.