En los últimos años Quito y sus valles circundantes,  han experimentado un desarrollo urbano acelerado y masivo. Se han construido autopistas, carreteras y urbanizaciones que han transformado y agredido más y más el paisaje, razón suficiente para decidir ir a vivir lejos de la gran ciudad y más cerca a la naturaleza.

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En el año 2013 compramos unas cálidas y húmedas tierras en las orillas de la represa Poza Honda en Manabí. Desde ese entonces, esa finca ganadera con una pequeña huerta antigua, con paciencia, tenacidad y amor a las semillas se ha ido transformando en un bosque con árboles frutales, ornamentales, maderables y muchas de las plantas nativas de la región.

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La exuberancia de frutas y flores, la presencia de una variedad asombrosa de aves y otros animales como armadillos, ardillas, mariposas y monos, hizo un llamado en nuestro interior, este sitio hermoso podríamos compartirlo con otras personas, para eso construimos un espacio de meditación y recogimiento, "Un Lugar de Retiro".